Caso 1. Hans, desde Paulo De Carvalho

DATOS GENERALES

Nombre: Hans/Juanito/Hebert Graf
Sexo: Masculino
Edad: 5 años

DESCRIPCIÓN DEL PACIENTE

Alegre, despierto, juicioso, primogénito, vive en armonía, amado por sus padres y con una buena relación con ellos y su hermana.

MOTIVO DE CONSULTA

El padre de Hans le escribe a Freud para comentarle los síntomas por los que está pasando su hijo, entre los cuales se encuentran un miedo tan grande que le impide salir de casa, depresión al atardecer y miedo a que un caballo le mordiera en la calle (Cabe mencionar que el tratamiento se llevó a cabo a partir del contacto que tuvo el padre de Hans con Freud, ya que Freud solamente vio al niño una sola vez).

ANTECEDENTES


Los padres de Hans que comulgaban con el psicoanálisis, comienzan a tener una relación por medio de la comunicación que hizo con cartas a Freud. En las cuales ilustraba las manifestaciones acerca de la sexualidad de su hijo: la curiosidad por su cuerpo y el de sus padres, el interés por la masturbación, etc. Pero lo que comenzó con una descripción de los primeros años de Hans, se convirtió en tratamiento cuando comenzó a desarrollar sus primeros síntomas.

El primer síntoma aparece un día en el que Hans estaba de paseo por el parque junto con la criada, presenciando una escena aterradora: “un caballo que tiraba de un pesado carro se desplomó en la calle”. A partir de este momento padece una grave fobia hacia los caballos, y más específicamente a que los caballos con algo negro en la boca, lo muerdan. El papá en un primer momento interpreta que la fobia de su hijo se puede deber a los excesivos cariños de su madre y al miedo del “hace-pipi” del animal.

Hans comienza a desarrollar su angustia a partir del nacimiento de su hermana Hanna, sobre todo porque la presencia de su hermana le roba aún más tiempo de su madre; y del misterio recurrente en las fantasías y preguntas sobre el origen de los bebés, donde sabe que no es la cigüeña la que trae a los bebés, sino que nace de la panza de su madre. Esto provoca el deseo de ver desaparecer a su padre, e incluso no puede evitar desear la misma muerte de su hermana.

Cuando Hans tiene 3 años a muestra un interés particular en su pene. Hacia esas fechas la mamá lo encuentra tocándose su pene y le dice que si lo sigue haciendo le llamará al doctor para que se lo corte.

Después de que nace su hermanita se muestra celoso, y en un periodo en que pareciera superar esos celos se muestra como un hermano tierno y consciente de su posición de primogénito.

Hans tuvo eventos significativos enfermó de influenza y estuvo en cama durante 2 semanas, en la cual la fobia se acentúa y se vuelve más intensa; lo operan de las amígdalas.

HISTORIA FAMILIAR

El historial clínico hace poca referencia a los antecedentes familiares del pequeño Hans. Entre los miembros familiares se encuentran el padre (no se hace referencia a su edad, escolaridad y actividad laboral que desempeña) hombre que lleva una relación muy cercana con su hijo, quien está interesado por los síntomas actuales que se han venido manifestando en Hans. La madre, de la cual también se desconocen más datos se dedica al parecer al parecer al hogar, delegando los paseos de su hijo a la niñera que se encuentra a su servicio.

Ambos padres suelen tener a Hans en su cama (aunque no frecuentemente) situación que ha despertado en él sentimientos eróticos, a raíz de este yacer juntos se han despertado en él sentimientos eróticos. Compartir la cama junto al padre y la madre es para Hans, como para todos los niños, una fuente de mociones eróticas, teniendo origen las primeras manifestaciones sintomatológicas cuando no había cumplido los tres años.

Los padres de Hans acordaron educar a su hijo bajo los estatutos que establecen las buenas costumbres. Uno de los grandes acontecimientos en la vida de Hans es el nacimiento de su hermana menor, Hanna cuando el niño tenía la edad de 3 ½ años, situación que ha despertado en él aún más su interés por el origen de los hijos.

La familia ha mudado de casa en varias ocasiones, el cambio a la ciudad lo alegró de manera evidente y durante pocas semanas contó muy poco acerca de su lugar de residencia anterior, hasta pasado un tiempo le añoraron vivos recuerdos sobre su estancia en Gmunden, procesando esos recuerdos en fantasías, como jugar con los niños Berta, Olga y Fritzl, habla con ellos como si estuvieran presentes, entreteniéndose en ésta actividad por varias horas.

Un primo de Hans, quien tiene 5 años lo visita cuando él tiene la edad de 4 años. Hans lo abraza continuamente y a raíz de estos abrazos tiernos le dice que lo quiere mucho. En su nuevo lugar de residencia sus compañeros de juego son los hijos del propietario: Franzl (cerca de 12 años), Fritzl (8 años), Olga (7 años), Berta (5 años) y, además, los vecinitos Anna (10 años) e, incluso, otras dos niñitas de 9 y 7 años de nombres desconocidos.

Otro miembro de la familia, es la tía “M” quien en una de sus visitas a la familia, vio cómo la madre de Hans lo bañaba, diciéndole a ésta en voz baja que Hans tenía un lindo “pichilin”, palabras que fueron escuchadas por el pequeño niño.

HISTORIA FAMILIAR RELATADA POR LA SRA. ANN-KATHRIN GRAF, VIUDA DEL SR. HERBERT GRAF (PADRE DE HANS) 

El "pequeño Hans", cuyo verdadero nombre era Herbert Graf , nacido en Viena el 10 de abril de 1903.

La madre de "Hans": nacida el 2 de octubre de 1877, se llamaba Olga Hoenig, quien sufría de una neurosis debida a un conflicto del tiempo en el que era muchacha. Proveniente de una familia vienesa, se casó con Max Graf el 20 de diciembre de 1898. Tenía entonces veintiún años, su esposo veinticinco. Olga Hoenig era la sexta hija de un grupo de siete hermanos. Tenía dos hermanos mayores, de los cuales uno se llamaba Oskar Siegfried, nacido en 1874.Tenía también tres hermanas mayores. Marie Valérie (María Valeria) nacida en 1872 fue pianista. Dos de las hermanas, una de las cuales se llamaba Sidonie. Una de ellas murió prematuramente, la otra era la que vivía todavía en 1952. Olga Hoenig tenía igualmente una hermana menor con parálisis infantil. El deceso prematuro de una de las hermanas mayores podría deberse a un suicidio, pero eso no está muy claro: Max Graf nos ha dicho en efecto que una de las hermanas ha "cometido un suicidio, una tentativa". En cuanto a los hermanos mayores, ambos se han suicidado. Se trata de suicidios con bala. Se sabe que Oskar Siegfried (1874-1891) murió a los diecisiete años, pero se ignora si hubo un doble suicidio simultáneo o si los dos hechos se produjeron en fechas diferentes: "Ha tenido dos hermanos que se han suicidado ambos. Fue después que uno recibió una medalla por el salvataje de un desconocido". Todo esto ocurrió antes del casamiento de Olga Hoenig.


El padre del "pequeño Hans", Max Graf nació el 1° de octubre de 1873 en Viena. Mayor de un grupo de cinco hermanos, tenía tres hermanos menores, seguidos por una hermana. Su padre, Josef Graf, había nacido en Tereschau, en la región de Pilsen (Bohemia) y se había casado con su prima, Regine Lederer, nacida en 1855. Se observará que el abuelo paterno de Max Graf, Solomon Graf, se casó dos veces, también con su prima, Sophie Graf, y que Max Graf también se enamorará de su prima Hedwig. Max Graf no tuvo una buena relación con su padre, quien era escritor político. Éste era un adepto de los viejos métodos educativos. Su hijo se queja por no haber tenido una buena educación y por haber recibido palizas. Max Graf tenía miedo de su padre. En cuanto a su madre, todo lo que sabemos es que amará mucho a Herbert, su nieto, y que no se entendía con su nuera.

Se observará que el padre de Max Graf murió el 3 de junio de 1908 es decir menos de un mes después del fin de la fobia del "pequeño Hans". En cuanto a la madre de Max Graf, murió el 27 de noviembre de 1909, el año de la publicación del caso "Hans". Max Graf llegó a ser Doctor en Derecho en 1896 a la edad de 23 años, conforme al deseo de sus padres. Fue luego musicólogo, crítico de arte, docente y hombre de letras. Max Graf se casó tres veces. La madre del "pequeño Hans" fue su primera esposa. Las dos últimas esposas eran cantantes líricas. Se casó con la última, Polly Bastic, en 1929, Max Graf tenía cincuenta y seis años, Polly Bastic veintitrés. Esta joven mujer había nacido en 1906, el mismo año que Hanna, la hija de Max Graf y Olga Hoenig. Max Graf murió en Viena el 24 de junio de 1958.

Revista de psicoanálisis con niños. El “pequeño Hans” y su familia: datos históricos. Número 10. Noviembre 2008 www.fort-da.org/fort-da10/praz.htm
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FAMILIOGRAMA




ANAMNESIS

A continuación, consignamos el desarrollo de la fobia en el caso del pequeño Hans.

Periodo premórbido – observaciones realizadas por los padres de Hans en el marco de proveer a Freud de confirmaciones respecto a la teoría psicoanalítica

Menos de tres años

- Hans exterioriza interés particular por su pene al que denomina hace-pipí (Wiwi-macher), inquiriendo si la madre lo posee, a lo que la madre responde afirmativamente. Confunde la ubre de la vaca con un hace-pipí.

Tres años y medio

- Amenaza de castración proferida por la madre cuando descubre a Hans masturbándose.
- En el zoológico exclama, excitado, ante la jaula del león que le ha visto el hace-pipí.
- Nacimiento de Hanna. Hans descubre en la habitación de la madre las bacinillas llenas de agua sanguinolenta y exclama su extrañeza porque a él no le “sale sangre” del hace-pipí. Ello marca su desconfianza primera respecto al cuento de la cigüeña como portadora de bebés.
- Celos ante la presencia de Hanna, resintiendo que se le presta menor atención a él ahora. Expresa su desazón por medio de descalificaciones hacia Hanna (“Pero si todavía no tiene dientes”) y de forma abierta en sueño febril.

Tres años y tres cuartos

- Cree identificar en una locomotora que larga agua que esta orina, preguntándose dónde tiene el hace-pipí, reflexionando después que sólo los organismos vivos poseen hace-pipí.
- Pregunta al padre si él también posee un hace-pipí, a lo que el padre responde, evidentemente, de forma afirmativa. Se manifiesta el deseo de Hans de ver el miembro de su padre, que presume es “tan grande como el de un caballo”
- Presencia el baño de Hanna, renegando de la percepción de que esta carece de pene y expresando la fantasía de que el hace-pipí de esta “Ya cuando crezca se le hará más grande”.
- Primer relato de sueño: “Hoy, cuando estaba dormido, he creído que yo estoy en Gmunden con Mariedl”, una chica de unos 13 años que ha jugado con él durante las vacaciones de verano.
- Fantaseos de jugar con los niños de Gmunden – Berta, Olga, Fritzl – llamando a las niñas “sus hijas”.
- Hans solicita al padre que le dibuje una jirafa, a la que hay que añadirle un hace-pipí. Nueva observación del “muy chico” hace-pipí de su hermana. Observa el hace-pipí “muy chiquito” de una muñeca que le han otorgado para jugar con ella, a la que desviste.
- Hans acude a un gabinete de leña junto al baño y juega a orinar
- En el invierno, Hans manifiesta sus vinculaciones amorosas dirigidas hacia otros niños, las cuales muestran “una notabilísima movilidad y una propensión polígama”, incluyendo mociones homosexuales dirigidas a un primo de 5 años.

Cuatro años

- Quedan, aparentemente, superados los celos hacia Hanna, mostrándose como un hermano mayor tierno hacia la niña.
- La familia se muda de vivienda, y Hans se “enamora” de una niñita de 7 u 8 años, a la que observa por horas.

Cuatro años y un cuarto

- Hans es bañado por su madre y este le pregunta por qué, al ponerle talco, ella no le toca el pene. La madre le contesta que porque eso “es una porquería”, “es indecente”, a lo que Hans espeta, “¡Pero gusta!”

- Hans sueña que alguien debe hacerlo hacer pipí, razonándose que ese alguien debería ser Olga o Berta. Cuando va de paseo, es el padre el que le abre la ropa y le toca el pene para que orine, lo que da pie a una inclinación homosexual, de acuerdo a Freud.

- Hans reconoce que “el año pasado” Berta y Olga lo han observado numerosas veces cuando él ha orinado, si bien el placer exhibicionista, en este momento, ha sucumbido a la represión.

Cuatro años y medio

- Nuevamente en Gmunden, Hans juega intensamente con varios niños y niñas (Franzl, de 12 años, Fritzl, de 8 años, Olga, de 7 años, Berta, de 5 años, Anna, de 10 años, y otras dos niñas de 9 y 7 años). Cuando se le pregunta cuál de las nenitas él prefiere, responde que Fritzl. Al mismo tiempo, es “muy agresivo, varonil, conquistador” con las niñas, a quienes besa y abraza. Expresa deseos de que Mariedl duerma con él. Reporte de que a veces Hans va al lecho de los padres.
- Hans, que observa nuevamente el baño de su hermana, expresa burlonamente que el hace-pipí de Hanna es muy bonito. Ya no desmiente la diferencia de los sexos entre él y Hanna.

Periodo mórbido – eclosión de la fobia

Enero de 1908 – Hans tiene aproximadamente cuatro años y tres cuartos

- Aparece por primera vez el miedo a salir a la calle, expresado como que “un caballo lo muerda por la calle”. El padre de Hans reconduce el miedo de Hans a que este teme a un pene grande, pues la madre, que es grande como un caballo, ha de tener un hace-pipí grande. Además, el padre presume que todo se debe a una “hiperxcitación sexual” por ternura de la madre, aunque reconoce desconocer el excitador de la perturbación.
- Hans aparece llorando por la mañana pues ha pensado (soñado) que la madre se ha marchado lejos y ahora él no tiene nadie con quién “hacer cumplidos” (acariciar).
- El padre relata dos situaciones relacionadas: (1) la madre lo ha dejado ir al lecho conyugal cuando él muestra desazón; y, (2) una tía, M., h alabado el pene de Hans, pues mientras lo bañaban ha expresado “Pero qué lindo pichilín tiene”.
- Va con la niñera al parque y deben regresar pues Hans llora y exige lo lleven de vuelta a casa para “hacer cumplidos” con mamá. Al anochecer, llora y no se le puede separar de la madre.
- La madre inquiere a Hans por la masturbación, y Hans reconoce que lo hace cuando está en la cama, al anochecer.

Marzo de 1908

- El miedo de Hans a los caballos se acompaña por una compulsión a mirarlos.
- Hans cae enfermo debido a una influenza por dos semanas, lo que refuerza la fobia y no se le puede convencer para que salga a la calle.
- Una semana después, se le opera de las amígdalas, lo que vuelve a reforzarle la fobia.
- Hans exterioriza la fantasía de que “los caballos blancos muerden; en Gmunden hay un caballo blanco que muerde. Si uno le acerca la mano muerde”. Se le asocia un evento en que el padre de Lizzi, una niña vecina en Gmunden, fue alertada por el padre de esta de que no le acercara la mano al hocico del caballo o este la mordería.
- Interpretación del padre de Hans: “no es un caballo lo que tú tienes en mente, sino un hace-pipí, al que no se le debe pasar la mano”. Hans reconoce la persistencia de la masturbación.
- Hans juega con la muchacha del aseo al caballito y fantasea que ella tendría que desnudarse frente a él como castigo en el juego.
- Ante la mano, días después, Hans afirma ya no masturbarse, y aunque acepta que tiene ganas, declara que “tener ganas no es hacer y hacer no es tener ganas”.
- El padre de Hans le esclarece la diferencia anatómica de los sexos.
- Fantasía de ver el hace-pipí de la madre y mostrarle su propio hace-pipí (fantasía masturbatoria).
- En el zoológico, Hans se niega a entrar en la jaula de los animales grandes (elefante, jirafa). Interpretación del padre de que le tiene miedo al hace-pipí de los animales grandes. Fantasía de Hans de que su propio hace-pipí “ya está crecido”.
- Sueño de las jirafas: En la noche había en la habitación una jirafa grande y una jirafa arrugada, y la grande ha gritado porque yo le he quitado la arrugada, Luego dejó de gritar, y entonces yo me he sentado encima de la jirafa arrugada”. Interpretación del padre respecto a la competición en la escena primaria.
- Al día siguiente, confusión señalada por Carvalho respecto a quién es la jirafa grande. Fantasía de Hans de hacer algo prohibido junto con el padre (pasar bajo la cuerda en el zoológico).
- Visita a Freud. Freud inquiera por “lo negro alrededor de la boca del caballo”. Interpretación de Freud: “Que hace mucho tiempo, antes de que él viniera al mundo, yo sabía que ya llegaría un pequeño Hans que querría mucho a su madre, y por eso se vería obligado a tener miedo del padre; y yo le había contado esto a su padre”.

Abril de 1908 – Hans cumple 5 años

- Mejoría inicial a propósito de la interpretación de Freud.
- Hans va a la cama del padre y expresa el temor a que el padre se vaya, además de que afirma que cuando está con él, con el padre, no tiene miedo.
- Aparece el temor a que “los caballos se tumben”.
- Desafío ante la prohibición de ir al lecho parental.
- Fantasía de trepar los equipajes.
- Expresión de que tiene miedo también a los caballos de mudanza, a los caballos que llevan una diligencia. Diálogo con el padre acerca de los caballos que se tumban y hacen barullo, interpretación de este acerca de que Hans desea su muerte para quedarse con mami.
- Hans juega en casa a ser un caballo y muerde en ocasiones al padre.
- Nueva mejoría de Hans.
- Hans, al ver al padre con el torso descubierto, expresa que su papi “es lindo, tan blanco” y el padre completa “como un caballo blanco”.
- Relación entre el hacer barullo y defecar, hacer Lumpf (se señala que desde pequeño Hans ha padecido estreñimiento, lo que ha requerido el empleo de laxantes y enemas).
- Rechazo de Hans ante los calzones amarillos y negros, a los que se relacionará con la orina y el excremento (Lumpf), respectivamente. Se abre la cuestión del placer que Hans experimentaba al ver a la madre defecar.
- Sueño de la bañera y el instalador: “Yo estoy en la bañera, entonces viene el mecánico y la destornilla. Entonces toma un gran taladro y me lo mete en la panza”. Traducción del padre: “Yo estoy en la cama con mamá. Entones viene papá y me expulsa. Con su gran pene me desaloja de la mamá”.
- Fantasía del viaje en tren a Gmunden y en la estación se ponen la ropa.
- Se expresa la fantasía de caer en la bañera, el deseo de que Hanna se ahogue en la bañera, de que caiga por el balcón.
- Rechazo a que la madre traiga nuevos bebés que coexiste con la fantasía de Hans de ser él quien tenga los bebés.
- Discusión acerca de la cesta y la bañera, del viaje de Hanna en la cesta. Simbolismo de la cesta, que representa el vientre materno. Parodia de la cesta-cigüeña (Freud afirma que Hans le toma el pelo al padre en venganza por el cuento de la cigüeña).
- Reconocimiento de Hans de que Hanna no estuviera en el mundo. El padre reacciona moralizadoramente con el niño (“Y un muchacho bueno no desea eso”), a lo que Hans responde que “Pero tiene permitido pensarlo […] Pero si él lo piensa, es bueno escribírselo al profesor [Freud]”.
- Fantasía de pegar a los caballos. Fantasía de pegarle a la madre.
- Fantasía (sueño) del muchacho que es desnudado por el guardia: “Un muchacho de la calle ha viajado en el carrito y el guarda ha venido y ha desvestido al muchacho hasta dejarlo todo desnudo y lo abandonó ahí hasta la mañana, y a la mañana el muchacho dio 50 000 florines al guarda para que le permitiera viajar en el carrito”.
- Juego de la muñeca a la que Hans introduce un cortaplumas y de la que señala el hace-pipí. Esclarecimiento del nacimiento de los pollos y fantasía de Hans de empollar un huevo. Fantasía de tener un bebé. El padre le expresa que los varoncitos no pueden tener hijos. Incertidumbre del papel del padre en el nacimiento de los niños.
- Esclarecimiento del parto por parte de los padres a Hans, sin esclarecerle el comercio sexual y el papel genitor del padre.
- Fantasía de Hans respecto a sus niños, a sus hijos, imaginarios. Se explicita la ecuación simbólica heces=hijos y la fantasía de que el caballo que se tumba y hace barullo es en realidad la imagen de la madre encinta que pare.
- Fantasía en que Hans se empareja con la madre y el padre, vuelto abuelo, lo hace con su propia madre.
- Fantasía de cuidar a los hijos y llevarlos al inodoro.
- Fantasía/sueño segunda del instalador: “Ha venido el instalador y con unas tenazas me ha quitado primero el trasero y después me ha dado otro, y después el hace-pipí. Él ha dicho Enseña el trasero, y yo he tenido que darme vuelta, y él lo ha quitado y luego ha dicho: Enseña el hace-pipí”.
- Superación de la angustia. Resolución de la fobia.

Seguimiento del caso

Primavera de 1922

-Hans (Herbert Graf) visita a Freud a sus 19 años, declarando ser el mismo niño del historial. Muestra buena adaptación y salud, superando el divorcio y nuevo matrimonio de ambos padres. Señala no tener recuerdo de la cura.

En la nota al pie de página número 6, en la página 10 de la edición de Amorrortu, se consigna la fecha del nacimiento de Hans: Abril de 1903

Buenas Noches a Todos! dejamos nuestra aportación el equipo integrado por: Dani, Ivonne y Viry 
Tratamiento
• Despliegue del juego libre
• Intervenciones del terapeuta
• Interpretaciones

Al hablar sobre la homosexualidad de Hans desde J. Laplanche señala que en el caso del verbo kriegen -el cual significaría, recibir, atrapar, obtener- es empleado por Hans cuando habla de su síntoma fóbico, permite pensar entonces que el síntoma es percibido como un objeto y al mismo tiempo es empleado este mismo verbo para designar a una mujer que va a tener un niño “atrapar a un niño”. Con ello J. Laplanche llega a concluir que no se trata solamente de un elemento del complejo significante sino que se trata de todo un conjunto del síntoma el que es tomado como un elemento significante, por el medio de una identificación de Hans hacia su madre .
Se han tomado algunos fragmentos de caso Hans con el fin de colocarnos en la problemática en sí.

“Mamá es la gran jirafa y Hanna la jirafa arrugada”

28 de Marzo 1908
Hans cuenta a su padre el fantasma que había “pensado” la noche anterior y que lo lleva a ir al lecho de sus padres.
Cuanta Hans cuenta que, en su habitación se encontraba una jirafa grande y una jirafa arrugada, y la grande había gritado porque él mismo le ha quitado a la jirafa arrugada. Dejó de gritar, y entonces él se sentó en la jirafa arrugada.
Después de que su padre buscara indagar más acerca de la jirafa arrugada, y sobre el motivo por el cual Hans acude con sus padres a su cama, propone la siguiente interpretación.
El padre seria la jirafa grande, el pene grande (el cuello largo); la jirafa arrugada se trataría de su madre, o más bien, su miembro. Encontrándose entonces el resultado del esclarecimiento de la diferencia anatómica de los sexos que se le había dado a Hans.
Se trata de la reproducción de una escena ocurrida días anteriores.
Se cuenta que Hans siempre acudía temprano a la cama de sus padres, su madre lo toma por algunos minutos. Su padre siempre protestaba por dicha situación, advirtiendo que no es bueno que lo tome consigo (“La grande a gritado porque yo le he quitado la arrugada “), a lo que su madre replica que es absurdo que sea malo, que unos minutos no tendrán mayor importancia. Entonces Hans permanecía algunos minutos a su lado. (“Entonces la jirafa grande dejo de gritar, y luego yo me senté encima de la jirafa arrugada”)
Se llega a la conclusión que Hans va hacia sus padres, porque sintió añoranza por su madre, por sus caricias, por su miembro, es por eso que va hacia su dormitorio. En donde el “sentarse encima” es probablemente la figuración de Hans hacia el tomar posesión de.
Dicha interpretación es confirmada por Freud.
Domingo 29 de marzo
Salen a un viaje Hans y su padre, este último se despide de su esposa diciéndole “Adiós jirafa Grande” a lo que Hans pregunta ¿Por qué jirafa? A lo que su padre le dice que “La mami es la jirafa grande” a lo que Hans le comenta “¿No es cierto que sí?” ¿Y Hanna es la jirafa arrugada?
Su padre le explica la fantasía de las jirafas a lo que Hans contesta que está en lo correcto; su padre le dice que al ser él la jirafa grande le ha recordado a un hace-pipí a lo que Hans comenta que su madre también tiene un cuello como una jirafa. Con todo ello Freud solo ha corroborado que las dos jirafas representan al padre y a la madre.
Ahora bien, debemos recordar que la madre, según la interpretación del padre, es representada por la jirafa grande y su padre al explicar la fantasía de las jirafas a Hans representa a la madre como la jirafa arrugada, a lo que Hans, por su parte confirma que la jirafa grande se trataba de su madre y la jirafa arrugada se trataba de su hermana Hanna; aunque Hans da su versión, el padre insiste en su propia versión, dejando ver que la condición para ser la jirafa grande era tener un cuello largo. Dicha confusión deja ver como Hans desea quitar a su hermana menor de su madre, para después tomar posesión.
Con dichas “fallas” se deja ver la extremada curiosidad por Hans acerca del origen de los bebés, y la identificación hacia su madre, por su parte, el padre de Hans parece negar esa identificación (al llamar a su esposa Jirafa Grande y no Jirafa Arrugada”), buscando ahorrarse el malestar que le provoca la dirección por la que ha encaminado Hans sus fantasmas de deseo.
Echando un vistazo hacia la corriente homosexual en el complejo de Edipo de Hans, podemos decir según el fragmento en el cual el mismo Hans menciona
“¿Por qué me has dicho que yo tengo cariño a mami, si yo te tengo cariño a ti?”

3 de abril
Al presentarse una situación en la cual el pequeño Hans va con su padre a la cama, situación que no se había presentado desde hace varios días, Hans le hace ver que cuando no está con su padre, siente miedo y que dejara de ir a su cama hasta que deje de tener miedo. Su padre le dice que entonces él le tiene cariño y si se siente ansioso cuando no está con él por las mañanas, y que es por eso que va hacia él, Hans de una manera contundente le dice “Sí ¿Por qué me has dicho que yo tengo cariño a mami, y tengo miedo por eso, si yo te tengo cariño a ti?”
Se dice que con esa última frase, Hans echa para abajo el núcleo de la interpretación que Freud y su padre de Hans habían construido para la explicación de su fobia.
Hasta aquí se puede decir que la homosexualidad, el amor por su padre y la identificación con la madre no serían más que el fondo, que ocultaría la escena propiamente dicha. El amor por el padre mostraría en negativo el amor por la madre y viceversa. Se mostraría entonces la importancia de la contra-investidura en los procesos de represión de los que hablaba Freud: el amor por la madre sería así contra-investido por una exageración del amor por el padre, contribuyendo a la existencia de una oscilación entre el miedo del padre y el miedo por el padre del cual nos habla Freud.

La primera fantasía del instalador
11 de abril. Hoy por la mañana temprano Hans mí no través al dormitorio y como sucedió los últimos días fue enviado de vuelta.
Luego cuenta: escucha lo que me ha pasado yo estoy en la bañera entonces viene el mecánico y destornilla. Entonces tomado un gran taladro y me lo mete en la panza
El padre traduce así esta fantasía yo estoy en la cama con mamá entonces papá llega y me aparta. Con su gran pene y me quite de mi lugar al lado de mamá

Está interpretación está fundada en la escena que se repite una vez más unos instantes antes de la comunicación de la fantasía por Hans. De acuerdo a De Carvalho es la conmoción que representó en la vida de Hans el embarazo de su madre y el nacimiento de Hanna. A raíz de esto, su curiosidad sobre el origen de los bebés y sobre la diferencia anatómica de los sexos fue aumentando al máximo grado, lo mismo que sus conocimientos sobre estos mismos fenómenos progresaron vertiginosamente. Como señala Freud "Hans sabía perfectamente que los niños crecen en el vientre de sus madres y salen por una abertura algo de algún lado entre paréntesis una cloaca se cierra en la región en que se encuentra el ano y los órganos genitales
.
No se puede afirmar que tuviera conocimiento de la vagina y su función sin embargo cuando entra en el cuarto de su madre justo después del alumbramiento y mirando las cubetas, llenas de agua sanguinolenta, él había dicho: “pero… De mí hace pipí no sale nada de sangre”.

Así él hubiera podido hacer la asociación del alumbramiento con él hace pipí de su madre, Con estos datos aportados se reúne la información capaz de enseñarnos más sobre la significación de la bañera en la fantasía de Hans.
Luego del dicho de la fantasía del instalador, Hans comunica a su padre otra idea que ha tenido viajamos en tren a Gmunden.
En la estación nos ponemos la ropa, pero todavía no estamos listos y el tren parte con nosotros.
El mismo día en el almuerzo, Hans dice:
“Qué lindo en Gmunden tuviéramos una bañera para que yo no debiera ir a la casa de baños!”

La conclusión a la que el padre llega por estas afirmaciones de Hans, así por las respuestas de éste último a una batería de preguntas, sobre los motivos de su miedo de las bañeras son bien conocidas: Hans habría deseado mirando a su madre bañar a la pequeña Hanna, que está fuera soltada en el agua, lo que habría hecho surgir el miedo de ser el mismo víctima del mal que él habría deseado a su hermana

El 14 de abril, tres días después en la comunicación de la fantasía del plomero, Hans entraba la casa después de un paseo con su padre cuando el diálogo siguiente tiene lugar:
De regreso al interior de la casa, ve una cesta que han dejado en el vestíbulo, y Hans dice:
Hanna ha viajado en una cesta así a Gmunden. Siempre que hemos viajado Gmunden,
Ella viejo también en la cesta. ¿Qué? ¿Otra vez no me crees? De verdad, papi, créeme. Hemos comprado una cesta grande y ahí hay puros niños, en la bañera se sientan ellos adentro. (En la cesta se empaco una pequeña bañera) Yo les he puesto adentro, de verdad. Puedo acordarme muy bien. nota de Freud ahora comienza fantasear. Nos enteramos de que cesta y bañera significan lo mismo para él, unas subrogaciones del espacio dentro del cual se encuentran los hijos ¡reparemos en sus repetidas aseveraciones!
Yo- “¿De qué puedes tú acordarte?”
Hans- De que Hanna ha viajado en la cesta, porque yo no lo he olvidado. ¡Mi palabra de honor!
Yo- Pero el año pasado, sin embargo, Hanna viajado en el compartimiento del tren con nosotros
Hans- Pero siempre antes ella ha viajado en la cesta

Ese diálogo se prolonga hasta que Hans diga haber ayudado a su madre a sacar a Hanna de la cesta, después de lo cual ella habría montado sobre el caballo enganchado a un carruaje sobre el cual se encontraba en compañía de su madre y de un chofer. Hanna habría demás gritado jugo y habría dado golpes con el látigo.
Freud interpreta este diálogo como una parodia por lo cual Hans se habría vengado de su padre: ¿Cómo puedes invitarme a creer que la cigüeña trajo a Hanna en octubre, si yo he notado el vientre grande de la madre ya en el verano cuando viajamos a Gmunden? Lo mismo puedo yo pedirte que creas en mis mentiras
Freud aprovecha insatisfacción de Hans que había manifestado en cuanto al segundo embarazo de la madre, proyectando en los años por venir, expresa toda su temor de ver a su madre en cinta una vez más lo que permite establecer un lazo con su segunda fantasía, (esa del viaje en tren con su padre): para Freud era el embarazo de su madre lo que había echado a perder el viaje Gmunden.

La bañera es, desde el punto de vista del autor y de Freud el espacio de los bebés en el vientre materno. Para llegar a comprender el papel del instalador y de su taladro en la fantasía, por lo tanto sería que para Hans tener una bañera que le salvara de ser ahogado en una enorme bañera que le salvara entonces del regreso simbólico, tanto deseado como temido, al vientre materno. Hans deseaba una pequeña bañera en su vientre. Él quería tener en su cuerpo el espacio en el cual se encuentran los bebés. Los bebés que él no quería que su madre tuviera de nuevo, sobre todo porque esta vez le tocaría tenerlos.

Esta interpretación de la fantasía de Hans es la idea de un deseo de embarazo y Hans que fue puesta en relación con la intervención del instalador pertenece Hans presenta como separada de todo en mediación, una nueva fantasía: El mecánico un instalador a desatornillador la bañera dentro de la cual se encuentra, y luego le ha metido en la panza es un taladro. A partir de aquí nuestro entendimiento se rezaga respecto del material. Sólo después podemos colegir que esta es la refundición, desfigurada por la angustia, de una fantasía de procreación. La bañera grande, en cuyo interior Hans está sentado en el agua, es el seno materno; el taladro, que ya el padre reconoce como un gran pene, debes un mención al ser-parido. Sonaría muy asombroso, luego, si viéramos esta interpretación a la fantasía "con tu gran pene me has taladrado (hecho nacer) y metido dentro del seno materno"

“¡Mira, aquí está el hace-pipí!”
En este apartado se relata lo siguiente:
A mediodía me entero de que Hans ha jugado toda la mañana con una muñeca de goma a la que llamó Grete. Por la abertura en que alguna vez estuvo fijado el pito de latón ha introducido un pequeño cortaplumas, y luego le abrió las piernas a la muñeca para hacer que el cortaplumas cayera. Dijo a la niñera, señalándole entre las piernas de la muñeca: “Mira, aquí está el hace-pipi”.
Este relato es inmediatamente seguido de un diálogo entre Hans y su padre:
Padre de Hans- “En verdad, ¿a qué has jugado hoy con la muñeca?”
Hans- “Le he separado las piernas, ¿sabes por qué? Porque ahí dentro había un cuchillito que mami tenía. Se lo he metido adentro donde chilla el botón y luego le he separado las piernas y de ahí ha salido”.
Padre de Hans- “¿Por qué le has separado las piernas? ¿Para poder ver el hace-pipí?
Hans- “Estaba ahí primero, también he podido verlo”.
Para poder entender este diálogo, De Carvalho nos ofrece el contexto necesario. Con relación a este diálogo y a la afirmación de Hans de que en Gmunden pusieron un huevo del que nació él, después de que su padre le ha explicado acerca del medio por el cual los polluelos nacen, Freud no duda en reconocer la audacia de Hans quien había “tomado en sus propias manos la conducción de su análisis” y, por un acto sintomático, había hecho saber a sus padres la manera como él se figuraba su nacimiento.
En el juego con la muñeca se puede observar que Hans estaba convencido de que la naturaleza del hace-pipí femenino se trataba de una abertura que permitía a lo que había sido puesto dentro del vientre de salir. Con el cortaplumas él no había hecho sino exponer, como en una reparación anatómica, una estructura del cuerpo que ya estaba ahí, por lo tanto el cortaplumas viene a demostrar que el nacimiento era concebido por Hans de una manera mucho más próxima de la realidad que la manera como concebía la concepción del bebé.
¿Tener un bebé con mamá o como mamá?
A partir de este apartado se podrá ver que los diálogos de Hans y su padre se vuelven particularmente densos con revelaciones muy significativas y sorprendentes. Los principales asuntos a tratar después del episodio de la muñeca serán:
• Hans comunica a su padre que el “año próximo” él tendrá una niña que se llamará Hanna
• Informado de que sólo las mujeres pueden tener hijos, Hans dice a su padre: “Sin embargo yo soy tu hijo” y le asegura que él (el padre) también podría tener uno
• Freud atribuye esta equivocación a la ausencia de conocimiento de la existencia d elos órganos genitales de la mujer
• El padre insiste con Hans sobre su deseo de tener a su mamá sólo para él y de desechar a su papá hasta que el niño le diga: “Tú sabes todo, yo no he sabido nada”
• Interrogado una vez más sobre su descontento por la idea de un segundo embarazo de su madre, Hans dice que ella no estará más “cargada” porque, si ella no quisiera más bebés, el buen Dios no querría tampoco.

Diálogo:
Padre de Hans: “Me parece, tu sin embargo deseas que mami tenga un hijo”
Hans: “Pero yo no lo tendré”
Padre de Hans: “Pero lo deseas”
Hans: “Desearlo, sí”
Padre de Hans: “¿Sabes por qué lo deseas? Porque te gustaría ser papi”
Hans: “Si…¿Cómo es la historia?
Padre de Hans: “¿Qué historia?”
Hans: “Un papi no se consigue ningún hijo, ¿cómo es la historia entonces de que a mí me gustaría ser el papi?”
Padre de Hans: “Te gustaría ser el papi y estar casado con mami, te gustaría ser tan grande como yo y tener un bigote, y te gustaría que mami tuviera un hijo”
Hans: Papi, y hasta que yo esté casado sólo me conseguiré uno, si yo quiero, si yo estoy casado con mami, y si no quiero ningún hijo el buen Dios tampoco lo querrá, si yo me he casado”
Padre de Hans: “¿Te gustaría estar casado con mami?”
Hans: “¡Oh, sí!”
En la lectura, se realiza una aclaración, acerca de la respuesta de Hans: “Desearlo, sí”, esta frase significaría: “Sí, yo deseo bien tener un bebé como mamá”, esta aclaración surge a partir de la traducción del alemán, en donde Hans había tomado el pronombre “le” {es} de la pregunta como una referencia a “tener un bebé” simplemente, como la continuación del diálogo lo muestra del modo más claro. En esta frase, se puede decir, que se encuentra bajo una forma más explícita el deseo de que su madre no tenga un bebé y, bajo forma denegativa, el de tener él mismo un bebé.
Teniendo en cuenta la edad de Hans (5 años) es posible que la pregunta planteada por el padre haya podido ser comprendida como una referencia no a “que mamá tenga un bebé” sino a “tener un bebé” simplemente.
En este diálogo, el padre extiende abiertamente la función represora que es la suya. Cada una de sus frases tiene menos la apariencia de una constatación o de una interrogación sino la de una orden, por lo tanto lo que el padre le ha dicho a Hans sería: “Tú debes querer ser papá y tú no debes querer ser mamá”. Hans por su parte, resistía como él podía y, aun cuando ha aceptado querer casarse con su madre, no abandona sin embargo su determinación de ser la madre, así lo ha dejado entender hablando de los privilegios que, a semejanza de la madre, él irá a gozar al lado del buen Dios.
“Me gusta tanto tener hijos, pero no me gusta tenerlos”
La noche del día mismo en que el diálogo precedente tuvo lugar, Hans, al momento de acostarse, habla a su padre de una manera que, considerando los eventos de la jornada, no puede sino ser considerada como un desafío:
Escucha, ¿sabes qué hago ahora? Ahora juego todavía hasta las diez de la noche con Grete, que está conmigo en mi cama. Siempre están mis hijos conmigo en la cama ¡Puedes decirme cómo es eso?
El padre, probablemente angustiado y cansado por la tenacidad con la cual su hijo se aferraba a su identificación con la madre, incluye en el relato que envía a Freud el pasaje siguiente que tiene la apariencia de un desahogo y, al mismo tiempo, de una demanda de ayuda. Freud comenta que “No hay ninguna necesidad de suponer aquí en Hans un rasgo femenino de añoranza por tener hijos. Puesto que él, como hijo, ha tenido arrobadoras vivencias junto a la madre, ahora repite esto en un papel activo, para lo cual no puede menos que hacer él mismo el papel de madre.
El 26 de Abril, el padre de Hans pregunta, por qué habla siempre de sus hijos:
Hans: “¿Por qué? Porque me gusta tanto tener hijos, pero nunca me lo deseo, no me gusta tenerlos” (Nota de Freud: Esta contradicción tan llamativa es la que va de fantasía a realidad: desear y tener. Sabe que en realidad es un hijo, y otros hijos no harían más que molestarlo; en la fantasía es madre y le hacen falta hijos con quienes repetir las ternuras que él ha vivenciado).
Con el diálogo y nota de Freud anterior, se da la impresión de alguien listo para utilizar todos los argumentos posibles contra la evidencia de un deseo “de naturaleza femenina” en Hans, aún su esos argumentos son francamente denegativos. Es como si Freud se esforzara en decir que a pesar del deseo de Hans de ser una madre, no debe ello llevar a pensar que querría ser mujer, siendo que justamente eso es lo que él deseaba y que al mismo tiempo lo angustiaba. Además de este señalado por Freud entre querer permanecer niño (sin tener rivales molestos) y querer ser madre de niños, y sin duda más agobiantes que él, se podrían mencionar los siguientes: “yo quiero a mamá, pero también quiero a papá”, “yo odio a papá, pero también lo amo”, “yo quisiera tener un hace-pipí como el de mamá, pero quiero conservar el mío”, “yo quisiera ser hombre y mujer a la vez, pero ello es imposible” y en fin “yo quisiera entonces ser mujer, pero debo ser hombre”.
“Tú eres el gran padre”
Hans continuaba a hablar de y con “sus hijos”, mientras que el padre no cesaba de recordarle que un niño no puede tener hijos y de preguntarle precisiones sobre “sus hijos”, sobre todo sobre el origen de Lodi, un niño salido enteramente de su imaginación.
El 30 de Abril, él jugaba con sus hijos imaginarios cuando su padre le ha preguntado:
Padre de Hans: “¿Cómo es que todavía viven tus hijos?”
Hans: “Lo sé. Antes yo era la mami, ahora soy el papi”
Padre de Hans: “¿Y quién es la mami de los niños?”
Hans: “Bueno, mami, y tú eres el abuelo”
Padre de Hans: “O sea, te gustaría ser tan grande como yo, estar casado con mami, y que ella tuviera entonces hijos”
Hans: “Sí eso me gustaría, y la de Lainz (mi madre) es entonces la abuela”
Freud concluye: Todo termina bien. El pequeño Edipo ha hallado una solución más feliz que la prescrita por el destino. En lugar de eliminar a su padre, le concede la misma dicha que ansía para sí; lo designa abuelo, y también a él lo casa con su propia madre.
Es como si Hans hubiera decidido, de repente, no más pelear, como si, habiendo alcanzado el apego de la resistencia, él se hubiera dado cuenta de la inutilidad de ir más lejos, tal vez por el excesivo precio de pagar. De repente él no era ya más la madre de sus hijos sino su padre; de repente igualmente el poder del padre se vuelva claro, tanto que él fue promovido a abuelo. Este detalle no escapó al padre ya que lo aprovecha para reforzar su poder: “Así tú quisieras ser tan grande como yo”, se apresta a decir a Hans, quien no duda en aceptarlo. Todo termina bien. El miedo de Hans había, así, casi completamente desaparecido.
La segunda fantasía del instalador
EL 2 de Mayo por la mañana temprano acude Hans: “Escucha, me he pensado hoy una cosa” Primero la tiene olvidada, luego la cuenta en medio de considerables resistencias: “Ha venido el instalador y con una tenazas me ha quitado primero el trasero y después me ha dado otro, y después el hace-pipí. Él ha dicho: Enseña el trasero, y yo he tenido que darme la vuelta y él lo ha quitado y luego ha dicho: Enseña el hace pipí.
El padre [dice Freud] aprehende el carácter de la fantasía de deseo y no duda ni un momento acerca de la única interpretación autorizada.
Padre de Hans: “Él te ha dado un hace-pipí más grande y un trasero más grande”
Hans: “Sí”
Padre de Hans: “¿Cómo los de papi, porque te gustaría ser el papi?”
Hans: “Sí, y también me gustaría tener unos bigotes como los tuyos y ese pelo” (el pelo del pecho).
Es una lástima que el padre no haya dejado a Hans la iniciativa de concluir su fantasía y revelar la naturaleza exacta tanto de hace-pipí remplazado como de su hace-pipí reemplazante. La prisa con la cual él interpreta la fantasía de su hijo da la medida exacta de su angustia y de su temor de escuchar algo que pudiera indicar una recaída de Hans en una posición de identificación preferencial a la madre. Él no duda pues a abrir de nuevo el fuego y acribillar al niño con los mandatos que conocemos.
La hipótesis que se plantea es que el instalador habría vuelto entonces a quitarle su trasero y su hace-pipí para efectivamente, cambiárselos por aquellos de una mujer. Si, por otra parte, suponemos que lo que sucedió en la primera visita del instalador significaba ya un cambio de hace-pipí –suposición que, en base al conocimiento de la vagina demostrado por Hans a través de la muñeca, es la más lógica- entonces, en ese caso, la segunda hipótesis parece la más apropiada; el instalador habría vuelto para reinstalar lo que había quitado y quitar lo que había instalado, en esta hipótesis se puede observar un deseo de castración cumplido que Hans habría intentado “des-cumplir”.
Hans, que había ya, aún antes de comunicar su última fantasía, dado signos inequívocos de aceptación de los mandatos paternos, acepta gustoso la interpretación que el padre se alista a dar de su segunda fantasía del instalador y, además, la confirma confesando su deseo de tener un bigote y pelos en el pecho como su (abuelo) padre. Es entonces muy probable que el instalador, en lugar de haberle dado otro hace-pipí, más grande, como creían su padre y Freud, le haya, en realidad, devuelto el suyo que anteriormente se había llevado. Claro que éste se habría vuelto más grande; éste habría crecido en la exacta proporción que habría “crecido” el padre, en la exacta proporción, pues, que lo hizo la represión de los deseos relativos a su identificación a la madre.

Comentario Ivonne:

En todo el material expuesto ha sido claramente seleccionado; se presta la máxima atención a temas que pueden ser relacionados con la teoría psicoanalítica, está claro que el relato, del padre es altamente sospechoso por así llamarlo o sugestivo, porque sus interpretaciones de lo que dice el niño no están claramente justificadas por los hechos de la situación, o las palabras usadas por el pequeño Hans.

Lo más importante de todo, además, es que muchas de las impresiones y sentimientos atribuidos a Hans, pertenecen en realidad a su padre, que pone palabras en su boca.

En realidad, Hans derivaba satisfacción de su madre y le complacía su compañía, pero en ninguna parte se observa algún deseo sexuado con ella.

Hans odiaba y temía a su padre y deseaba matarle. En realidad no habiendo nunca expresado miedo ni odio hacia su padre, Freud le dijo a Hans que experimentaba tales emociones. Pero hasta dónde se puede tomar todo esto como algo de la fantasía de Hans y no del deseo del Padre cómo una forma proyectiva

Otra duda que me surge es precisamente el que Freud solo haya visto una vez a Hans, y que todo el material interpretativo se lo haya dejado al padre de este, lo entendería si fuera un discípulo de Freud, pero no.



Comentario Viry



En los fragmentos del caso, se puede notar que la supervisión de Freud al padre de Hans jugó un papel muy importante. Aun así me parece que las intervenciones del padre de Hans fueron oportuna, como se menciona en el texto, en ocasiones parece que él se adelanta de forma rápida a dar una interpretación o realizar un señalamiento. Es claro, que se logró un avance en este caso en particular, Hans logra disminuir la identificación con la madre, así como el vínculo homosexual con el padre.

Me genera mucha duda e impresión el hecho de que el padre de Hans haya sido quien llevara a cabo el análisis, ya que la cuestión de la transferencia y contratransferencia fueron diferentes que los que existen entre el terapeuta y el paciente, a pesar de esto, la supervisión de Freud logró que el análisis produjera efectos positivos.

Como lo sabemos, el análisis de Hans es un precedente muy importante dentro del análisis de niños, a partir del cual se demostró que sí existe la oportunidad de analizar un niño y desde la perspectiva psicoanalítica. Es sorprendente notar que este análisis no fue llevado en un espacio terapéutico como tal.